13 abr 2011

YO QUIERO SER TORERO






Director: Emilio Aragón 'Miliki'

Reparto:
Juan Rosa
Manuel Sarriá
Esther Gala
Francisco Sanz
Concha Muñoz
José Ocaña Miguel
José Ortiz
José Solera Ruiz
Juan José Reyes
Celestino Salas
Vicente Cacicedo
Antonio Vargas
Juan S. Cuevas
Emilio Aragón 'Miliki'



SIPNOSIS
Dos maletillas, salen de su pueblo en busca de fortuna. Hasta llegar su gran oportunidad pasaran por distintos apuros y situaciones divertidas.



REVIEW (by viru)
A todos aquellos que protestan por las subvenciones del cine español, la figura de José Luis Sánchez Colina les tiene que parecer poco menos que una figura divina. El tipo vio un filón en el video doméstico y se lanzó a explotarlo, creando el sello Olimpy Vídeo con el que editó cintas como "Tu y yo" o "Reír más es imposible". ¿Películas? Bueno, en realidad, poco más que obras de teatro grabadas en vídeo y puestos a disposición de un público receptivo, deseosos de nuevas peripecias de Emilio Aragón o Juanito Navarro. Y todo sin una peseta de dinero público.

Colina no sólo intuyó que el había un mercado hispano para el directo a vídeo, sino que acertó a la hora de escoger sus protagonistas. En este caso hablamos del Dúo Sacapuntas. Lanzados a la popularidad gracias al 1,2,3 con muletillas como “ventidó, ventidó” o “la plaza estaba abarrotá”, triunfaban como solo podía triunfar algo en la España del UHF. Su debut en un largometraje fue este Yo quiero ser torero, una auténtica obra maestra, que demostró que la industria conocía cuales eran los deseos del público, que la recibió convirtiéndola en un éxito. Y eso que como las grandes películas, exige que el espectador ponga de su parte. En este caso, para no para no perder la paciencia o quedarse frito en el sofá. Depende.

En su única aparición semi-cinematográfica, el reputado dúo cómico encarna al paradigma del héro español: el torero. Dos muletillas novatos deciden viajar hasta un pueblo para recibir la alternativa y debutar por fin en ese duro mundo. Uno pensaría que en el viaje les sucederían todo tipo de aventuras. Pero no: como he dicho, la película desafía al espectador, y hace gala de un ritmo pausado, relajadísimo.

El comienzo ya es descorazonador: tras comprobar que el largo está rodado en vídeo, una voz en off nos pone en situación y rápidamente se presenta a los personajes... con unos letreros. Y qué letreros. Para que luego hablen de la influencia de los videojuegos en el cine. En fin, como nuestros amigos no tienen para comer, trabajan en un restaurante una tarde a cambio de un almuerzo. Tras esto, van al ayuntamiento, se presentan ante la gente y finalmente van a la plaza, donde tendrán que enfrentarse con el toro Supermán.

Claro que todo esto se explica cuando descubrimos quien se encontraba a las riendas del proyecto: el visionario director Emilio Aragón 'Miliki', un tipo con sobrada experiencia audiovisual. Aunque en esta ocasión no le dio la gana de aplicar ese bagaje, porque esto viene a ser una obra de teatro filmada (volviendo a los orígenes del cine), con interminables planos generales fijos y el dúo improvisando chorrada tras chorrada.

Me gustaría contar sus momentos más destacados, pero lo cierto es que no hay ninguno. Aquí hay menos acción que en un pub de Bilbao. Paradójicamente, los momentos que más descataron en su visionado fueron aquellos en los que no aparecía la pareja. Hablo de unos pequeños insertos, con un público entusiasmado con el pregón del Pulga y el Linterna, verdaderamente inolvidables. Imagino que la presencia del dúo en Mijas supuso el acontecimiento más importante del año (o del siglo) para los habitantes de la ciudad, que se volcaron con Miliki y su equipo.

En todo caso, la película es todo un título seminal del cine underground moderno rodado en vídeo, sin medios, en un par de tardes y con un trangresor descuido de toda forma. Eso sí: el guión de Miliki es capaz de darnos algunas sorpresas. Referencias a Spiderman, King Kong, Superman y La guerra de las galaxias se cuelan en el metraje, y aunque finalmente no vemos ni un puto toro, nos proporciona la siempre bonita estampa de ver a un torero con pistolas. Como ven, Miliki demuestra una sensibilidad pop notable y cierta tendencia a la referencialidad postmoderna.

Al productor Colina le debemos toda la producción de Olimpy, esas obras de teatro grabadas con Juanito Navarro o Fernando Esteso. Por desgracia, nadie quiso invertir en darles a los Sacapuntas una película de verdad, como si sucedió pocos años más tarde con Cruz y Raya o Los Morancos. Con resultados igualmente desastrosos, pero con mucho más presupuesto, pretensión y difusión. Y peor acogida: ¿quién quiere ver a Los Morancos haciendo de policías? Los Sacapuntas y Miliki afrontaron el proyecto con la misma honestidad que afrontaban todas sus actuaciones: salir ahí y contar chistes. Si esto era un vehículo para su lucimiento, resultó ser poco más que el coche huevo de Steve Urkel.

Yo quiero ser torero se convirtió en una película de culto que aún hoy está siendo descubierto y disfrutado por una nueva generación.

2 comentarios:

  1. Hola.

    Estoy alucinando!!!! pero realmente tienes esta cinta??? podrias compartilrla?? yo te pasaria algunos ripeos en vhs-rip que no estan en la red.

    saludos.

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  2. Buenos humorista, que bien lo hacian en el Un dos tres.

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